La adicción al tabaco es una de las mayores y más comunes amenazas para la salud de todas las personas en el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta costumbre es la razón de muerte de más de 7 millones de personas al año, de los cuales 6 millones son consumidores directos, mientras que el resto son víctimas no fumadoras expuestas de manera indirecta al humo del cigarrillo.
Pese a estos graves hechos, aquellos fumadores que toman la decisión de dejar el cigarro pueden llegar a enfrentarse a una de las más complicadas situaciones de su vida por lo fuerte que puede ser el síndrome de abstinencia que el cigarrillo puede generar en un consumidor regular.
Ahora, todo gran reto siempre ofrecen grandes recompensas, y aquellas que trae el dejar de fumar pueden ser uno de los mayores beneficios que todo individuo puede recibir en el transcurso de su vida.
Por esta razón, te mostramos los beneficios que trae a tu organismo el dejar el cigarrillo de una vez por todas.
¿Cómo mejora la salud de tu organismo al dejar el cigarro?
Pese a que la creencia popular entre los fumadores sea que los beneficios de dejar el cigarro vienen con el pasar de los años, realmente el saneamiento del organismo es un proceso casi inmediato desde que abandonas la costumbre. He aquí lo que sucede con tu organismo en orden cronológico:
● 20 minutos después del último cigarro: La frecuencia cardíaca y la tensión arterial baja se normalizan.
● 8 horas después del último cigarro: El monóxido de carbono y la nicotina en el organismo se reduce a la mitad.
● 1 día después del último cigarro: El monóxido de carbono es eliminado en su totalidad, mejorando significativamente los niveles de oxígeno en sangre.
● 2 días después del último cigarro: El sentido del olfato y del gusto se recupera considerablemente, facilitado el disfrute de la comida.
● 3 días después del último cigarro: El organismo queda libre de nicotina, lo que conlleva la aparición del síndrome de abstinencia, generando ansiedad y depresión en algunos individuos.
● 1 mes después del último cigarro: La función pulmonar comienza a mejorar junto con la resistencia física, permitiendo una mejor tolerancia a la hora de practicar ejercicio físico.
● 6 meses después del último cigarro: Las células que revisten los bronquios comienzan a recuperar sus funciones, garantizando la prevención de las infecciones respiratorias, como la bronquitis o la neumonía.
● 1 año después del último cigarro: El riesgo de padecer un infarto se reduce a la mitad y continúa disminuyendo de manera progresiva.
● 4 años después del último cigarro: Las arterias anteriormente inflamadas debido a los efectos nocivos del tabaco, recuperan su flexibilidad reduciendo así la posibilidad de presentar un accidente cerebrovascular.
Seguidamente, y ya para finalizar su proceso de saneamiento, disminuye en un 60 por ciento el riesgo de cáncer pulmonar, y las funciones del corazón vuelven a su estado regular disminuyendo de manera gigantesca la posibilidad de un infarto, consolidando de este modo un cuerpo saludable y libre de cigarro.