La crisis del COVID-19 ha generado numerosas dificultades y pérdidas en la economía global. Son muchas las industrias afectadas, entre ellas la de la educación académica: Las interrupciones en la rutina de la vida universitaria a nivel global y las medidas adoptadas por los gobiernos para controlar la epidemia han ocasionado que las instituciones educativas suspendan sus clases presenciales;con ello algunas universidades han optado por un sistema de vigilancia remota a través de herramientas que ofrezcan el servicio proctoring. En los últimos años, ya existía una tendencia por parte de las universidades a migrar sus evaluaciones tradicionales a plataformas en línea, y a raíz del COVID-19, instituciones previamente reacias al cambio han tenido que recurrir a ello para poder conducir sus exámenes de una forma justa y controlada.
La encuesta del 2012 de Josephson Institute’s Center for Youth Ethics Report realizada a más de 23,000 estudiantes de secundaria, reveló que más de la mitad de los alumnos admitió haber hecho trampa en algún examen. Adicional al monitoreo específicamente diseñado para alertar si se produce cualquier tipo de conducta inapropiada o sospechosa por parte del alumno, recurrir a un sistema de Proctoring reduce costos; Un reporte publicado en agosto del 2019 reveló que la Universidad de Monash (Australia) redujo $7 millones de dólares australianos de sus costos de evaluación al trasladar el 80% de sus exámenes del método tradicional-presencial a la modalidad en línea.
Esta innovadora alternativa de vigilar un examen en línea desde cualquier ubicación, disminuye la posibilidad de malas prácticas. A pesar de que el cambio puede generar incertidumbre, actualmente hay universidades que se encuentren iniciando el proceso de implementación de un sistema de Proctoring para supervisar exámenes en línea, un ejemplo de estas en la Universidad Inteamericana de Puerto Rico.
Es importante que las universidades den prioridad a medidas que salvaguarden los intereses de sus estudiantes. Ya que, aunque la suspensión de clases y la disminución en las admisiones pueden ser un efecto temporal por el COVID-19; es muy probable que las universidades mantengan el uso de las nuevas herramientas digitales, por su uso conveniente y efectivo.
Soluciones MarshMcLennan
Los tiempos extraordinarios requieren soluciones extraordinarias. A medida que las universidades se enfrentan a los desafíos de una pandemia debilitante, los proveedores de servicios hacen un esfuerzo adicional para atender a las instituciones educativas. Asegurar la continuidad en el aprendizaje y la educación es un objetivo compartido por los proveedores de plataformas y los buscadores de plataformas. La situación actual requiere un cambio de comportamiento y conocimientos técnicos en igual medida.
Nuestro enfoque le permite configurar y supervisar sus exámenes en línea, calificarlos automáticamente y seleccionar diferentes niveles de seguridad anti-copia. Los examinados pueden completar un examen en cualquier momento y en cualquier lugar y obtener resultados en tiempo real. Cabe resaltar que esta supervisión remota (proctoring) se encuentra asistida por Inteligencia Artificial, la cual nos indicará posibles alertas (banderas) de estudiantes que podrían estarse copiando en los exámenes – estos inputs pueden ser utilizados como referencia tanto para supervisar en vivo en aulas virtuales dentro de la misma herramienta o para revisión posterior a cada evaluación rendida.
Estas herramientas son bastante oportunas y consecuentes con la transformación digital que se está percibiendo a través de todas las industrias, y definitivamente el sector educativo no debería quedarse atrás en estas iniciativas.
Es muy importante continuar con la operación académica, pero más aún lo es mantener la calidad que ha ido caracterizando a cada una de las casas de estudio, y ciertamente estas herramientas les permitirán alcanzar exitosamente ambos desafíos.