La hipertensión, conocida también como tensión arterial alta o elevada, es una enfermedad ligada a un trastorno en los vasos sanguíneos que se caracteriza por mantener una tensión de fluidez persistentemente alta, llegando de manera crónica a generar un deterioro progresivo en estos.
Ésta es producida por múltiples razones tanto genéticas como adquiridas y se caracteriza por generar una fricción innecesariamente fuerte de la sangre contra las paredes de los vasos arteriales, obligando al corazón a bombear con mayor fuerza y acelerando el nivel de cansancio de este importante músculo.
La rápida detección de esta enfermedad se ve mermada por la carencia de síntomas llamativos que permitan a los pacientes que la padecen, localizar a tiempo la existencia de la enfermedad, llegando a poner en peligro incluso su vida.
Por este motivo, trataremos de explicar a continuación cuáles son las características sintomáticas principales de esta enfermedad, con el fin facilitar su detección temprana.
Síntomas de hipertensión: una guía para la detección temprana
La hipertensión es una enfermedad que, por sus características particulares, no suele causar síntomas muy representativos para un paciente no preparado médicamente, llegando por este motivo a ser titulada como el asesino silencioso.
Dentro los síntomas más comunes de la hipertensión, cabe destacar:
En casos donde la persona que padece la enfermedad no ha recibido atención médica mucho tiempo después de su manifestación, esta condición puede llegar a complicarse en un síndrome más delicado conocido como hipertensión maligna. Los síntomas de esta son:
Es una mayor prioridad para los individuos que estén conscientes de las complicaciones que esta enfermedad pueden acarrear para su salud y que, en caso de la manifestación de alguno de los síntomas, recurran de manera inmediata a su médico de confianza.