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Redefiniendo las ferias de salud en las empresas

El aumento en los costos de salud para los planes auspiciados por las empresas ha impulsado a los empleadores a implementar diversas estrategias para el sostenimiento del negocio. Las ferias de salud en el lugar de empleo son una de estas estrategias dentro de los programas de salud y bienestar corporativos.

En el Informe de Tendencias de Beneficios a empleados 2018 de Marsh Saldaña, un 64% de los encuestados contestó que realizan ferias de salud en la empresa. Además, un 71% de las aseguradoras de planes de salud encuestadas en el  Informe Global de Tendencias Médicas 2018 de Mercer Marsh Beneficios (MMB) indicó que ofrecen ferias de salud desde un largo  hasta un modesto alcance.

Se considera una feria de salud una actividad que generalmente dura uno o varios días, e incluyen clínicas y mesas informativas sobre temas de salud.  Algunas integran proveedores de la salud en la comunidad para promoción de sus servicios y conferencias o demostraciones sobre tópicos de la salud.

Diversos estudios que han revisado la efectividad de las ferias de salud han apuntado la deficiencia en el seguimiento y la medición de resultados luego de realizar las mismas.  Muchos empleadores mantienen un ciclo en el que los empleados participan de la feria de salud anualmente pero no implementan cambios importantes en beneficio de la salud que se sostengan a través de los años.

Utilizadas estratégicamente, las ferias de salud  pueden ser una gran oportunidad para apoyar los esfuerzos corporativos de salud y bienestar de la empresa. Esto requiere una redefinición del concepto feria de salud que tradicionalmente conocemos.  

¿Qué pueden hacer los empleadores?

  • Establecer el propósito y objetivos a alcanzar. La feria de salud debe ser parte de un plan estratégico de salud y bienestar con objetivos e indicadores de medición.

  • Definir la población a impactar. Si la feria va dirigida a todos los empleados, a algunos departamentos o facilidades específicas, o si incluye los familiares.

  • Identificar la persona o equipo a cargo de la coordinación. Esto evitará duplicidad de esfuerzos y mejor planificación de la actividad.

  • Desarrollar un buen plan de comunicación. El éxito en la participación de los empleados dependerá de la implementación adecuada del plan.

  • Identificar el presupuesto disponible. El presupuesto disponible determinará la capacidad para contratación de recursos o la posibilidad de incentivos a empleados.

  • Pertinencia de los recursos a invitar. Ya sea para matricular en programas de manejo de condiciones, promocionar programas de ayuda al empleado, realizar clínicas de salud o encuestas para obtener información para el diseño de iniciativas durante el año, los recursos invitados deben alinearse al plan estratégico y los objetivos por lo cual se hace la feria. No necesariamente invitar muchos recursos es mejor.

Después de muchos años de evolución y crecimiento de los programas de salud y bienestar en el lugar de empleo, hemos aprendido que las ferias de salud deben servir de apoyo a una estrategia corporativa mayor y no ser en si misma el fin de un programa de bienestar.  

 

Bárbara Carbonell

Total Health Management Senior Associate

  • Puerto Rico