No me lo creo. Me encuentro en mi carro sobre el icónico tramo marino en el Corredor Sur que acorta la distancia entre Costa del Este y Atlapa. Es domingo por la mañana y el tranque es monumental. ¿Cómo es posible? Miro a mi alrededor y veo el famoso skyline de la Ciudad de Panamá y sólo puedo pensar en cuán impresionante ha sido el crecimiento del sector de la construcción. De repente, logro divisar la razón del tranque y, sucesivamente, el porqué de mis angustias: constructores y maquinarias trabajando en unisón para reparar la carretera. Si ya de por sí vamos avanzando a pasos agigantados, ¿cómo cambiaría el panorama de la construcción panameña en la era digital?
Haciendo hincapié en esta realidad, pareciera que todos los aspectos de nuestra rutina diaria –tanto personal como profesional- han escalado a la digitalización de soluciones y automatización de procesos. Esto último incluye al sector de la construcción en Panamá, un rubro que inicialmente no galopó para unirse de lleno a la revolución digital pero, sin duda alguna, sí está experimentando grandes e irreversibles cambios. En lo que respecta a la construcción de edificaciones y de megaestructuras, apenas se empiezan a dar pasos en el panorama digital con el objetivo de poder mejorar la eficacia y resultado final de las obras, a través de la perfecta compaginación con los operadores, maquinarias y todas las partes implicadas.
El futuro de la construcción en Panamá
La transformación tecnológica y digital ha ejercido un rol clave en la construcción de mega estructuras a nivel mundial. Quizás el ejemplo más notable – o bien que ha marcado la pauta- es el Building Information Modeling (BIM, por sus siglas en inglés). El modelo tradicional de la construcción está basado en representaciones 2D, pero el BIM ha logrado extrapolar los planos a la tercera dimensión. Eso dicho, el BIM va mucho más allá de la fase inicial de construcción, y también funge un rol primordial en la programación del mantenimiento y reformas futuras durante toda la vida útil de la edificación: desde su concepción hasta su demolición.
Pero, ¿cuál es la fórmula del éxito del BIM y cómo logra reinventarse y adaptarse a cualquier contexto? La respuesta está integrada dentro de la propia nomenclatura: información. El BIM facilita el intercambio una cantidad masiva de información y, con base en ello, se proyecta una representación digital de las características físicas y funcionales de la edificación. Esta administración e interpretación de información funciona como base sólida y fiable para la toma de decisiones en relación al ciclo de vida de la estructura física.
En países desarrollados, el BIM avanza a pasos agigantados. Eso dicho, Panamá no se queda atrás. Según la Contraloría General de Panamá, el sector de la construcción representa 16,7% del PIB y, actualmente, es la categoría con mayor peso en el PIB del primer trimestre del 2017. Estamos en pleno proceso de transición y, con mayor razón, debemos ir evaluando y cuantificando los riesgos y, como asesores, proveer a nuestros clientes innovadoras soluciones que se ajusten a esta nueva realidad.
No se trata de reemplazar todo el sistema actual, ni mucho menos de desplazar el factor humano en las obras de construcción. Por el contrario, se trata de brindar apoyo con la integración e implementación de herramientas de medición y de manejo de información –como por ejemplo, CAT Modeling- para la evaluación riesgos en la era digital de la construcción en Panamá. Sólo así lograremos llevar la batuta y proveer soluciones maleables y personalizadas para las necesidades de cada cliente dentro y fuera del rubro de la construcción.