Aunque el uso de tecnología inteligente en hogares y edificios de Latinoamérica recién empieza, es una realidad que la tendencia va en esa dirección, pues el uso de estas tecnologías ocupan cada vez más espacio en el día a día no sólo en individuos sino en empresas. Sin embargo, a la par de que su uso ofrece muchos beneficios, la realidad es que también implican riesgos.
Vivir mejor a través de la tecnología
En un "hogar inteligente", los dispositivos y servicios conectados a Internet, como la iluminación y la calefacción, se comunican entre sí y con el propietario y rastrean datos importantes. Por ejemplo, la iluminación con WiFi puede controlarse a través de aplicaciones para teléfonos inteligentes, mientras que los termostatos inteligentes pueden ayudar a los usuarios a controlar y reducir su consumo de energía. Los edificios inteligentes ofrecen beneficios similares a los administradores de propiedades, incluida la supervisión más sencilla de las cámaras de seguridad, la capacidad de desbloquear puertas de inquilinos y datos potentes que pueden utilizarse para generar ahorros en los costos.
Estas tecnologías ofrecen conveniencia, eficiencia y una percepción de mayor calidad de vida, y por lo tanto tienen una gran demanda, especialmente entre los arrendatarios más jóvenes. En Estados Unidos, por ejemplo, el 44% de los millennials estaría dispuesto a ceder espacios de estacionamiento para vivir en apartamentos inteligentes, y seis de cada siete pagarían más por alquilar casas inteligentes, según datos del fabricante de cerraduras Schlage y Wakefield Research.
Pero cumplir con las demandas de los inquilinos debe equilibrarse con los posibles riesgos de seguridad. Las tecnologías inteligentes podrían convertir las propiedades multifamiliares en objetivos principales para los atacantes cibernéticos. A través de dispositivos conectados, redes WiFi, sistemas en la nube y dispositivos móviles, los atacantes pueden irrumpir sistemas importantes, como la seguridad, la iluminación y los sistemas HVAC, o robar información personal y financiera de los inquilinos. Estos eventos podrían resultar en responsabilidad o pérdida de ingresos para los propietarios y operadores.
Gestionar el riesgo de ataques cibernéticos
Para gestionar estos y otros riesgos cibernéticos, los propietarios de multifamiliares deben desarrollar un plan integral de gestión de riesgos. Considere incluir los siguientes pasos en este plan:
- Evalúa y analiza tu riesgo. Mida la madurez de su programa de seguridad cibernética y el entorno de amenazas, y genere un inventario de sus riesgos cibernéticos, incluidas las exposiciones de responsabilidad civil y de primera parte. Luego, estime la frecuencia y la gravedad esperadas de las pérdidas cibernéticas utilizando las herramientas de evaluación y modelado disponibles o los análisis basados en escenarios, y establezca prioridades entre los riesgos de evitación, mitigación y transferencia.
- Asegure. Genere un inventario de dispositivos de Internet de las cosas (IoT) y garantice la configuración adecuada de los dispositivos, incluido el cambio de contraseñas predeterminadas, la realización frecuente de copias de seguridad de los archivos, la garantía de que el software se mantenga actualizado y la implementación de parches de forma oportuna. También debe educar a los empleados sobre las amenazas potenciales de seguridad cibernética y las mejores prácticas y revisar su cobertura de seguro, incluidas las políticas de seguridad cibernética, propiedad y accidentes. También considere realizar un análisis de brechas de cobertura para riesgos prioritarios.
- Responda y recupere. Cree y evalúe periódicamente la continuidad del negocio, la recuperación de desastres y los planes de respuesta, e identifique y retenga proveedores externos, incluidos forenses, legales, de relaciones públicas y notificaciones.
Al desarrollar un plan sólido puede garantizar que equilibre las necesidades de los inquilinos con sus necesidades de resiliencia cibernética. Eso es especialmente importante ya que las propiedades multifamiliares utilizan cada vez más las tecnologías inteligentes para mantenerse competitivas y minimizar las posibles pérdidas.