Autora: Merlyn Jiménez ,
CEO, Marsh McLennan
11/13/2024
El mundo está atravesando transformaciones estructurales significativas y de largo plazo: el auge de la Inteligencia Artificial, el cambio climático, la redistribución geopolítica del poder y las transiciones demográficas. En este contexto de complejidad creciente y fragmentación geopolítica, surge la necesidad de gestionar un panorama de riesgos globales cada vez más volátil y de baja cooperación internacional.
El reskilling y upskilling son nuestra fuente de poder actual: son la piedra angular para la gestión del riesgo en este mundo fragmentado, y por experiencia sabemos que son las estrategias más efectivas para gestionar el riesgo inherente a las personas y enfrentar un mundo cada vez más retador.
Al promover una productividad centrada en el ser humano a través del uso de tecnologías disruptivas, la gestión del big data y los modelos de lenguaje avanzados, podemos colaborar a la formación de la Humanidad Aumentada, que , en mi concepto, más que una necesidad es un “must” para avanzar. Este enfoque no solo mitiga los riesgos asociados a la obsolescencia de habilidades, sino que también potencia la capacidad de adaptación y resiliencia de las organizaciones ante los constantes cambios del entorno global.
Estamos ante una rotación estructural sin precedentes del mercado laboral a corto plazo, y se espera que casi una cuarta parte de los trabajos existentes cambien, desaparezcan o sean reemplazados por nuevos roles. Esta rotación anticipada sugiere que tanto los empleadores como los empleados deben prepararse para un mercado laboral dinámico, donde la adaptabilidad y el (re)aprendizaje continuo serán cruciales.
Las cifras no mienten. En adición a la anticipada rotación estructural del mercado laboral del 23% en los próximos cinco años, el informe más reciente de LinkedIn sobre las habilidades en mayor demanda para el año 2024 revela que las que serán más requeridas para los roles han cambiado en promedio un 25% desde 2015, y se espera que esta cifra alcance al menos un 65% para 2030. La comunicación, el servicio al cliente, la resolución de problemas y el liderazgo siguen siendo las habilidades fundamentales para los negocios y aún más en la era de la IA generativa.
Y esto, nos lleva a otra pieza esencial del rompecabezas: cómo engranar en el ADN de toda organización el fomentar y el optimizar la colaboración entre humanos y la digitalización. El aumento de la colaboración entre humanos y la digitalización ofrece una oportunidad crucial para redefinir la productividad, integrando la IA generativa para mejorar la capacidad humana y la eficiencia.
Sin embargo, la IA es solo parte una de la solución. Las empresas sostenibles serán aquellas que logren combinar tecnologías emergentes con modelos de talento ágiles y un diseño del trabajo centrado en las personas, esenciales para transformar el trabajo y maximizar el valor aportado por cada empleado. De esto se trata la Humanidad Aumentada: de colocar a las personas en el centro de esta ecuación y asegurar que los beneficios sean compartidos por todos.
En esta nueva era de Humanidad Aumentada, el balance entre las habilidades blandas y técnicas es esencial para la adaptabilidad, la innovación y el liderazgo, ayudando a los profesionales a cumplir con las demandas de los empleadores modernos y a mantenerse competitivos en un mundo en rápida evolución.
Desde el C-Suite, sí o sí, tenemos que liderar con el ejemplo, ayudar a la gente a que se “monten en este barco”. No solo informar los cambios, sino apoyar a implementarlos, sin olvidar las bases (organización, planificación, disciplina, enfoque, constancia y perseverancia), y de forma permanente debemos preguntarnos cómo ayudamos y cómo guiamos a que nuestros equipos usen las nuevas tecnologías y habilidades…. He ahí el valor que podemos y debemos generar cómo líderes: fungir como conectores entre las personas y la digitalización.
Las organizaciones que inviertan en la Humanidad Aumentada de su gente podrán adaptarse y desarrollar una fuerza laboral preparada y capaz para navegar un mundo laboral cada vez más complejo y tecnológicamente avanzado. Una fuerza laboral con habilidades diversas es más flexible y podrá moverse más fácilmente entre industrias y roles, cerrando brechas y adaptándose a las necesidades cambiantes de la economía.
CEO, Marsh McLennan
Panama